En la medida que nos acercamos a la temporada de lluvias, cuando las autoridades se unen para coordinar los famosos operativos orientados a proteger vidas y propiedades, creemos que estamos en el mejor momento para adelantar acciones que pueden prevenir tragedias irreparables. No es posible que las autoridades sean ciegas, sordas e incompetentes ante las denuncias que se están haciendo: “Baní se está llenando de casuchas en zonas vulnerables”.
Ante la gravedad del caso llamamos la atención de las autoridades del Departamento de Planeamiento Urbano del Ayuntamiento, a la gobernación provincial, al Ministerio de Medio Ambiente y a quienes tengan que ver con proteger vidas y propiedades. No se trata de preservar la imagen de la ciudad, sino de evitar víctimas mortales ante la ocurrencia de fenómenos naturales.
Sin embargo, es evidente que Baní está perdiendo sus características urbanísticas, reproduciendo asentamientos humanos en toda su periferia.
Y es que en toda la orilla de la ciudad se han levantado cordones de miseria, carentes de servicios básicos, mientras se incrementa el hacinamiento, la insalubridad y otros elementos que se conjugan para convertir esos espacios en un caos generalizado.
De ahí el llamado de los moradores del sector Santa Rosa Abajo, donde decenas de nacionales haitianos, en contubernio con dominicanos, están desafiando a las autoridades, levantando casuchas en el lecho del río, sin que a nadie parezca importarle.
Esta es la realidad que estamos viviendo. Los haitianos están construyendo, poniendo sus vidas en riesgo, colocándose a orillas de un río que en muchas ocasiones -en temporadas de lluvias- se ha desbordado llevándose todo a su paso. Entonces, ¿quiénes serán los culpables? Por supuesto, las autoridades irresponsables que se hacen de la vista gorda frente a lo que hoy estamos denunciando.
Ahora que el director del INDRHI en esta provincia, acaba de anunciar que el río Baní será canalizado en su cuenca baja, es la gran oportunidad para desarrabalizar el lugar y convertirlo en un cordón ecológico que sirva de pulmón a una ciudad afectada por la contaminación ambiental.
Reiteramos la denuncia de la construcción de casuchas en la orilla del río, advertimos el peligro y exigimos de manera urgente una respuesta de las autoridades competentes.