Las problemáticas de salud en muchas ocasiones llegan de sorpresa, sin avisos previos, en momentos difíciles, sin dejar opciones a la vista. Es en medio de la incertidumbre y el nerviosismo que tomamos la decisión de llevar al paciente a un centro de salud que le garantice responder de manera urgente para evitar su muerte.
Es así como inicia el viacrucis del enfermo, frente a las exigencias de las clínicas privadas que se niegan a ingresarle si no dispone de altas sumas de dinero, sin importar que el caso haya ocurrido en horas de la madrugada. Un acto cruel e inhumano que se aleja del juramento hipocrático. Así han dejado morir a personas que por desgracia pasaron por ese dilema. Ejemplos hay de sobra.
Sin embargo, lo más importante es buscar una salida urgente a un problema que se repite a diario en todos los espacios de la sociedad. No se trata de situaciones que envuelven a familias pobres, sin recursos ni dolientes.
Las clínicas han negado atención a personas de solvencia económica que por razones de tiempo han llegado a las salas de urgencia sin el dinero requerido para ingresar al paciente.
Y como siempre, de nada ha valido clamar y rogar a los médicos de turno, porque los dueños de esos centros impiden el ingreso sin el fondo de depósito, conocido como anticipo.
Un verdadero salvajismo en una sociedad que pregona haber conquistado la seguridad social para todos sus ciudadanos.
Es a partir de esa realidad que creemos oportuno sumarnos a las voces que demandan la creación de un fondo especial que permita poner fin a una situación que atemoriza a la generalidad de la familia, ya que en la rueda de la vida, una enfermedad llega de manera sorpresiva, y no discrimina entre pobres y ricos ni en las horas del día. Es por ello que exigimos del Estado dominicano tomar medidas que garanticen el ingreso inmediato de pacientes en riesgos de muerte. Es insólito perder a un paciente porque sus parientes no hayan depositado 50 o 60 mil pesos en una situación de salud inesperada.
Vamos a levantarnos, vamos a reclamar del Estado una solución para evitar más muertes en las salas de emergencias de las clínicas privadas.