Este pudiera ser el título ideal para una obra de motivación personal, pero se trata de un clamor popular ante la crisis moral que padece la burocracia estatal en la República Dominicana, donde la inmensa mayoría de los servidores públicos asumen de forma medalaganaria ocupar un cargo sin un compromiso real que les impulse a desarrollar acciones positivas a favor de los ciudadanos.
Es por esa razón que aplaudimos y resaltamos a quienes marcan la diferencia cumpliendo con su deber, aportando soluciones y creando las condiciones que permitan atender con eficiencia a quienes buscan atenciones en la administración pública. Y como los buenos han sido tan pocos, como un estímulo a los otros, hay que reconocerlos con la esperanza de que alguien trate de imitarlos.
En la República Dominicana tenemos una burocracia maniatada por los requerimientos de políticos que no miden las capacidades de sus adeptos antes de posesionarlos en cargos tan relevantes que luego les quedan grandes.
Obviamente, en nuestro pueblo venimos observando el trabajo diligente del director del hospital Nuestra Señora de Regla, el doctor José Lara, quien está dando cátedras avanzadas de gerencia en un centro de salud que estaba natimuerto, endeudado hasta los tuétanos y sin servicios especializados para atender a los cientos de enfermos que son llevados de urgencia por sus condiciones de pobreza. Hoy la historia es otra:
El doctor José Lara muestra logros significativos, convirtiendo al hospital público en un centro de buenas prácticas hospitalarias, brindando atenciones especializadas en condiciones adecuadas para el tratamiento humano. La transformación ha sido tan grande que el hospital cuenta con acondicionadores de aires en las salas de internamiento y modernos equipos para un mejor tratamiento a los pacientes, cosas que José atribuye al trabajo en equipo. Y más allá de la higiene, y las atenciones personalizadas, ya el doctor José Lara está informando que se aprestan a brindar servicios a pacientes diabéticos y próximamente se estará ofreciendo servicios de diálisis a personas con problemas renales.
Una verdadera revolución que llevó al hospital Nuestra Señora de Regla a ganar el primer lugar en gestión hospitalaria. De ahí el reconocimiento del pueblo al doctor José Lara, por hacer el milagro de que el hospital funcionara.
Como José necesitamos muchos servidores públicos, ya que en estos tiempos la administración pública ha estado en manos de la caterva, y la caterva es la culpable de todos los males que hoy afectan la gestión pública.