Las esperanzas de solución al problema vial están centradas en este gobierno, reconociendo que existe la intención de revertir las -hasta ahora- exiguas inversiones del Estado para resolver las necesidades que se generan en el tránsito de vehículos hacia la región sur.
Y es que no se trata de una problemática exclusiva de la provincia Peravia, ya que las demás comunidades sureñas tienen que utilizar la carretera Sánchez para desplazarse.
Esa debía ser la motivación necesaria para que todos los funcionarios, incluyendo Senadores, diputados, y gobernadores de las diferentes provincias, asumieran de conjunto presentar un proyecto que permita cumplir el sueño de ver reconstruidas, tanto la carretera 6 de noviembre como la carretera Sánchez.
Obviamente, deseamos creer que estamos en el mejor momento, que contamos con un gobierno diligente dispuesto a marcar la diferencia plasmando en la agenda las infraestructuras viales que colocarán a la región sur en el mapa de la atención del Estado. Hasta ahora, en lo que a Baní respecta, estamos paralizados en construcción y asfaltado de carreteras.
Basta transitar por la zona costera, subir a cualquiera de nuestras montañas o llegar a varias de las comunidades de la zona norte. La evaluación será sorprendente: “El Estado dominicano no ha erogado un sólo centavo en las citadas áreas.” Y así estamos, rogando que construyan y asfalten las carreteras que facilitarán el desplazamiento de turistas, el dinamismo de la producción agrícola y el flujo de divisas.
Con la inversión en esos pequeños tramos, además de motorizar la economía en esos sectores deprimidos, se está contribuyendo a elevar la calidad de vida de los cientos de ciudadanos que residen en las comunidades vecinas. Sin embargo, también se hace necesario que el Estado construya los puentes que durante años vienen demandando los comunitarios.
Llevamos décadas demandando que estas prioridades sean tomadas en cuenta. Denunciando las debilidades estructurales de la carretera Sánchez, donde contamos cientos de muertos en los cruces que sirven de acceso a varias de nuestras comunidades, y todo por falta de planificación de las autoridades llamadas a solucionar el problema del tránsito vehicular.
Finalmente, es oportuno reiterar el llamado a los funcionarios locales, a los fines de generar conciencia sobre la necesidad de que se invierta en la carretera Sánchez.
Ahora que estamos a punto de inaugurar la avenida de circunvalación, que descongestionará el tránsito en la ciudad, el llamado no está demás. Debemos abogar por una mayor inversión en la reconstrucción y asfaltado de los tramos carreteros de la zona costera, al igual que aquellos que conducen hacia la zona cafetalera. ¡Ojalá que Dios lo permita!.