Es una buena pregunta, porque entre anuncios, inauguraciones y discursos, muchos confunden los escenarios en busca de protagonismo. Ayer, el presidente de la República, Luis Abinader, marcó un antes y un después en el ejercicio de gobierno. Estableció su compromiso de invertir en las provincias para frenar la progresiva migración hacia la ciudad de Santo Domingo. Las obras anunciadas fueron aplaudidas, al igual que la inauguración de la fase uno de la planta de tratamiento de aguas residuales. Sin embargo, más allá de las cuantiosas inversiones, observamos variaciones en los programas, dejando el sabor amargo del irrespeto hacia figuras relevantes cuyos discursos tenían que ser escuchados. Así notamos cómo la gobernadora provincial, la representante oficial del Poder Ejecutivo, y maestra por demás, no alcanzó a pronunciar el discurso protocolar que todos esperábamos para el inicio de la construcción de la Ciudad Universitaria. La profesora Yadira Báez fue sacada de la agenda cuando en ese espacio tenía la encomienda de presentar ante el presidente y los allí presentes, las obras que en menos de dos años han sido realizadas por los diversos ministerios. Pero fue sacada de agenda, constituyéndose en un hecho sin precedentes, para dar cabida a discursos y arengas improductivas. Eso, desde nuestra perspectiva, no puede volver a ocurrir en el devenir. Hay que distanciar lo institucional de lo político, más cuando se trata de administrar fondos públicos.
Es oportuno recordar, que por mandato de la ley, la gobernadora Ángela Yadira Báez es quien preside el Consejo de Desarrollo Provincial, el órgano oficial destinado a impulsar las obras que demandan nuestras comunidades. Esas fueron parte de las obras prioritarias que fueron anunciadas por el presidente de la República. Otras que están en ejecución como la instalación de las redes de distribución del acueducto, el plan de asfalto y la avenida de circunvalación, también están contenidas en plan maestro de desarrollo de la provincia. Entonces, cuál es el afán de protagonismo. Aquí todos estamos claros de lo que está pasando. Existen pugnas de liderazgos que traspasan las barreras del entendimiento y reconocimiento de los espacios. Baní y la provincia Peravia, estaban esperando el discurso de la gobernadora, la que representa al presidente, la que recoge las inquietudes del pueblo porque preside el Consejo que sirve de guía para la canalización de las obras, programas y proyecto orientados a elevar las condiciones de vida de nuestra gente. Ojalá que no se repita. Queremos despertar en una provincia donde las autoridades asuman su rol con el debido respeto institucional, porque al Estado se va a trabajar y no a figurear.
La excelsa obra de gobierno del presidente Abinader es valorada por todos los ciudadanos. De ahí el llamado a elevar la bandera del progreso. Lo demás caerá por su propio peso.