Por lo visto con el cobro de los peajes no se contempla invertir un centavo en la carretera Sánchez. Tampoco el Estado asume la responsabilidad de repararla, a pesar de los cuantiosos recursos que entran por el pago de impuesto.
Llevamos años denunciando las fragilidades que presenta la carretera Sánchez, donde por culpa de las autoridades, a diario se reproducen accidentes lamentables. Es deprimente observar el abandono en que se encuentra en tramos donde el peligro asecha. Ni hablar de los hoyos y remiendos, sin contar las zanjas que han sido dejadas durante semanas en los laterales de la carretera 6 de noviembre.
Pareciera que el sur, cuando se trata de carreteras, no cuenta en la agenda de inversión del Estado. De esa forma encontramos altibajos prolongados, barreras de protección destruidas, falta de iluminación y un nivel de degradación de la capa asfáltica que delata la falta de atención de los funcionarios del ministerio de Obras Públicas. A todo esto, advertimos una cantidad de accidentes con la secuela de muertes que enlutan a cientos de familias. Y es que la carretera Sánchez comunica con múltiples provincias del sur de la República, por lo que su reparación debería ser motivada por las autoridades de todas las comunidades de la región.
Entre tanto, levantamos un clamor para que se preste atención al tramo comprendido entre Paya y Escondido, donde se han producido colisiones de vehículos a alta velocidad con el registro de múltiples heridos y fallecidos en accidentes que pudieron evitarse tomando las medidas de lugar.
Obviamente, en materia vial debemos soñar con la avenida de circunvalación. Sin embargo, la carretera Sánchez siempre será objeto de atención porque de no corregirse los citados problemas seguirá siendo la carretera de la muerte. Por eso nos atrevemos a preguntar, ¿ Cuándo será que harán un trabajo de reparación profesional en la carretera Sánchez?