Luego del anuncio hecho público, corresponde preguntar qué está fallando, dónde está la causa de la estrepitosa caída de profesionales que cifran sus esperanzas de entrar a las aulas como maestros a través del concurso de oposición docente.
Muchos salieron de las universidades con el entusiasmo de sumarse a las labores magisteriales, pasaron años esperando ser evaluados y ahora se encuentran frustrados con los resultados alcanzados. Y no es para menos, ya que de casi once mil postulantes -sólo 528-pasaron las evaluaciones aplicadas en el concurso de oposición docente para las pruebas del nivel primario.
Es decir, alrededor del 5 por ciento de los maestros evaluados los dos primeros días pasaron las pruebas de la primera etapa. La inmensa mayoría reprobó las pruebas de habilidades cognitivas y de conocimientos que deben superar para pasar al proceso de la entrevista, según datos preliminares.
Obviamente, faltan por ser evaluados unos 60 mil maestros de los niveles Primario, Inicial, Secundario y Directores de Centros Educativos, así como también a los de Educación Física, Educación Artística, Idiomas, Informática, Orientación y Psicología Escolar.
Desde luego, los primeros resultados marcan la tendencia de que un porcentaje muy bajo pasará los exámenes para ingresar al sistema educativo público. Peor aún, todo apunta a que de los 19 mil que se necesitan, sólo pasarían unos 9 mil maestros, dejando al ministerio con un déficit considerable de docentes.
Se recuerda que el concurso fue suspendido la pasada semana por problemas de plataforma, falta de organización y por la reprobación masiva de los postulantes.
Algo preocupante y que dio pie a muchas conjeturas, entre estas, las denuncias de los concursantes en el sentido de que las pruebas no se correspondían con los niveles para lo cual fueron preparados. Y para colmo, luego se filtraron las pruebas a las que han tenido acceso miles de maestros. Mientras tanto, el Ministerio de Educación informó que la Comisión de Observadores del Concurso Nacional de Oposición Docente se pronunció en favor de la continuidad del proceso para escoger a los nuevos maestros.
Sin dudas, algo anda mal y debe ser corregido para bien del esfuerzo que se está haciendo en aras de llevar a las aulas docentes de calidad.
Sin ánimo de cuestionar, somos partidarios de que los concursos sean evaluados, y que sea ponderada la propuesta de que a los maestros recién graduados se les permita cumplir las pruebas en el desempeño desde las aulas en el plazo de un año.
Aquellos que muestren sus habilidades, que hayan cumplido con el programa y presenten buenos resultados en término de enseñanza-aprendizaje, tendrían asegurado el pase para continuar ejerciendo la labor docente, tal y como lo están haciendo en otros países del hemisferio.
La realidad es que el concurso va perdiendo credibilidad, muchos profesionales se van frustrando y llegará el momento en que pocos estarán estimulados a estudiar la carrera de magisterio, ya que para entrar a las aulas dependerá de la suerte y no de la capacidad.