OJALÁ Y FUERAN MÁS…
Nadie tiene derecho a atentar contra la vida humana. Vivimos bajo un estado de derecho que responde al precepto constitucional de la inviolabilidad de la vida. Resulta inaceptable que individuos llenos de odio y sed de venganza den riendas sueltas a sus bajos instintos, rociando con el llamado “Ácido del