La pregunta surge a propósito de los pobres resultados que hemos alcanzado en materia de construcción de obras por parte del Estado. La provincia Peravia, en las últimas décadas ha sido relegada a recibir migajas, siendo excluida, gobiernos tras gobiernos, de los grandes proyectos que hasta la fecha continúan engavetados a pesar de haber sido prometidos de forma reiterada. La sequía se ha prolongado hasta el punto de que todos los ciudadanos conocen cuales son nuestras prioridades, pero no hemos contado con autoridades locales en condiciones de ser escuchadas en las altas esferas del Estado.
De ahí que, en el momento que fue conformado el Consejo de Desarrollo Provincial, las entidades sociales, gremios profesionales y líderes religiosos y comunitarios, albergamos la esperanza de ver despegar la provincia Peravia, abriendo las puertas a una nueva etapa donde serían atendidas muchas de nuestras demandas. Sin embargo, al pasar de los años despertamos navegando sin rumbo en las aguas turbias del fracaso.
Hoy cuando contamos con nuevas autoridades, cuando escuchamos la decisión de conformar el Consejo de Desarrollo Provincial, alejado de todos los escollos que se levantaron para impedir que cumpliera el rol para el cual fue creado, renace la esperanza en un pueblo que lleva años esperando por sus obras. Un pueblo que paga sus impuestos al Estado y no ha sido retribuido por la falta de unidad de las autoridades que hemos elegido. Ahora que todo apunta a ser diferente, que apreciamos un nuevo ambiente, donde legisladores, alcaldes y gobernadora están dispuestos e interesados en cambiar la historia de abandono que por décadas hemos vivido, volvemos a impulsar con energías renovadas la lucha por el CONSEJO que merece nuestro pueblo.
Sólo así podemos incluir en el presupuesto general de la nación, las obras que necesitamos. No es posible continuar de manera pasiva viendo como otras provincias del país son atendidas con miles de millones de pesos cada año, mientras la provincia Peravia sólo amontona promesas y promesas que nunca cumplen. Ahora que estrenamos un nuevo gobierno, es el momento para propugnar por el cambio, que todos merecemos.